Radicalidad
Necesidad
imperante de no opinar, de no hablar, de no manifestar. Para el escepticismo
radical es necesaria inmovilidad categórica e irrefutable.
Estrella
fugaz, falasia. La verdad emana de una margarita.
Un extraño ser,
nahual contemporáneo, encarnación de la liquidez y el vacío, espumoso
escupitajo vital, apareció en mis sueños y me prometió Amor eterno.
Bienvenido a la calle de mis muertos, a la ciudad de las alas rotas, del libro y el juego, al embriagante amanecer lúdico, vórtice del espíritu, límite de la Totalidad.
Mis
muertos me habitan. Los muertos de mi país. Los caidos anónimos. Tlatelolco,
Acteal, Atenco. Mujeres que lloran sus vejaciones, estudiantes, embarazadas
violentadas y tzotziles no nacidos. Me desgarra esbozar estas palabras
terroríficas. Grita y se retuerce cada muerto, cada familia destrozada por su
Guerra, por su avaricia, por su odio. Cadáveres apilados en mi alma, alma
mexicana. Oaxaca, Michoacán, Veracruz, Guerrero… Lucio, Marcos, Ramona,
Sicilia.
Joder México, despierta, canta, defiéndete que ya no aguanto
tanta Miseria, tanto Absurdo.
Guardo
un minuto de luto por cada una de mis finadas posibilidades, por todas las yo
misma que he dejado de ser.
Te
propongo una tregua, un suicidio. Epojé entre mis múltiples vidas, consenso
entre mis morales antagónicas, fantasmas revolucionarios que habitan mi
esperanza.
Chico
conoce a chica. En su cumpleaños y con varias mimosas de más. Chica puritana
olvida sus rígidos valores. Pierde esa misma noche su virginidad y su cordura.
La obsesión por encontrarlo de nuevo se vuelve patológica. Lo persigue. Lo
llama. Se aparece furtivamente a lugares donde sabe que estará. Chico se
ofusca, confunde, esconde. La ridiculez de las escenas que siguen facilmente se
puede imaginar.
Confieso
mi adicción terrible a esculpir el vaho que exhalas, a libar recuerdos de
nuestra historia, aquella que nunca llegó a suceder.
Vivo presa de mis 70 kilos. Eso
dice la báscula. He decidido entrar al club del peso. Compartir mi angustia con
otros tragones anónimosc Vivir sometida a la dictdura del cuerpo y la talla
perfecta. Invertir mi alma en un concepto mercadológico. Sí. Acepto. Soy una
ferviente defensora de la libertd.
Lista
de 5 deseos inconfesables
a)
Deseo
exterminar a todos los que no piensen como yo.
b)
Deseo
que todos me deseen.
c)
Deseo
que Todo sea par mí.
d)
Deseo
el reconocimiento y la fama.
e)
Deseo
ardientemente dejar de desear.
En
mi afán aristotélico de clasificar la ralidad me aventuro a dividir el mundo
entre los que han leido Rayuela y los que no, jugado criket, bebido pajaretes o
tenido sexo anal.
Los
que han pasado tardes de ocio jugando Brigde, y lo que beben pozol pa agarrar
fuerzas. Enre artistas consagrados y niñeras que mueren en el olvido,
escribidores de oficio y críticos pedantes, trovadores y poperos. Podría seguir
ad infinitum pero el aburrimiento me abruma y aborto el intento.